Mary vive en una hermosa ciudad donde las cometas vuelan muy alto y en una casa con un jardín tan amplio como ella misma desee. En él conoce a Lanmo, una serpiente dorada con unos brillantes ojos rojos que se convierte en su mejor amiga. Pero nuestra serpiente, además, tiene ciertas obligaciones desde hace muchos años y debe dar uso a sus afilados colmillos en otras ciudades, contra otras personas.
Cuando vuelve junto a Mary, siempre la encuentra un poco mayor, siempre hay más grietas en el pavimento y menos cometas sobre las azoteas. Esta historia es la del aprendizaje de las lecciones fundamentales de la vida: en qué consisten la pérdida, la amistad, la guerra, el envejecimiento, el amor. Como en toda buena fábula, aquí la imaginación tiene además un singular reverso oscuro, pero tan rico y humano que hace de Mary y la serpiente un cuento total.