En la mayoría de los casos uno sabe o por lo menos intuye qué tendría que hacer. A menudo la solución está en ajustar cuestiones relativamente sencillas del día a día para descubrir que la felicidad es una decisión, a pesar de la rutina, la prisa, la presión o el estrés. Con frecuencia las respuestas para ser feliz están más cerca de lo que cualquiera pensaría.
Este Manifiesto de Felicidad se compone de ocho declaraciones de liderazgo personal que, sin pretender ser una revelación definitiva, sí prometen llevar al lector a hacerse mejores preguntas y disolver las interferencias mentales que lo alejan de su propósito esencial de vivir como un ser humano feliz.
La intención central del Manifiesto es ofrecer herramientas para decidir mejor y tener siempre su propia felicidad como el centro de su existencia; para que cada lector aprenda a gestionar su felicidad y sepa cómo defenderla.