Es una pieza teatral en la que el personaje principal es Lutero, el reformador que cambió la historia del cristianismo y de toda Europa clavando sus 95 tesis en la puerta de la catedral de Witemberg, aquel 31 de octubre de 1517. Es un unipersonal matizado de recuerdos a través de las voces en off, de los efectos sonoros y luminotécnicos que ayudan al actor a tejer la historia de tan célebre y controvertido personaje. La pieza está llena de emociones, de políticas entre monarcas y el papado, que pretenden salvar o llevar a la hoguera al hereje, o quizás al santo que se atrevió a confrontar los pecados de la Iglesia Católica de una manera cruda y corajuda.