La narradora de esta historia nace a pocos kilómetros de Chernóbil el mismo año que explota la central nuclear y crece en un país atravesado por la confusión, la miseria y el silencio. En la tierra de los "niños radiactivos", las frutas monstruosas de la Zona, los cielos rojos y los hombres alcohólicos, enfermos o desorientados, las mujeres resisten haciendo de la cotidianeidad un refugio: la madre cuyo nacimiento no fue registrado para evitar la persecución de Stalin; la abuela secuestrada por los nazis que regresa al final de la guerra y, acusada de traición, debe trabajar recogiendo turba junto a sus amigas del pantano, como la joven enamorada de Mayakovski o la que pesca con sus trenzas. Desde la Buenos Aires a la que emigró con su familia, Natalia Litvinova rompe el silencio para reconstruir toda una estirpe en Luciérnaga, ganadora por unanimidad del Premio Lumen de novela.