Rafael Vidal con esta obra, pone su granito de arena en el difícil empeño de hacernos mejores. El lector, a través de sus páginas, irá ascendiendo por un camino de perfección en el que tras revelarle sus secretos, concluirá con un remanso de paz, una auténtica autorrealización que le capacitará como nunca para la lucha cotidiana y el difícil arte de ayuda al prójimo. La obra no es más de las muchas escritas sobre esta temática. Rafael Vidal aúna en ella sinceridad, sentimiento, poesía y un bagaje científico impresionante. Provista de estas armas, el autor ha conseguido algo diferente, singular, una auténtica partitura sinfónica que va pulsando con sus notas las cuerdas de nuestro ser adormecido. De nosotros depende el que abramos nuestro espíritu y seamos receptivos a su mensaje, a través del conocimiento de nosotros mismos y después del de los demás, solo así conseguiremos nuestra auténtica meta de seres humanos: la de seres trascendentes.