Fundada en Baviera el 1º de mayo de 1776 por Adam Weishaupt, alumno aventajado de los Jesuitas, la Orden de los Illuminati nació con un objetivo claro: acabar con la Monarquía y la Iglesia para lo cual se establecieron alianzas con la Masonería. Pero los Illuminati fueron flor de un día: la Orden fue prohibida en 1784 y Weishaupt se exilió.
Su ambición internacionalista, comunista y anarquista ha dejado una estela que aún perdura. En 1785, disuelta la Orden en Europa, se funda en Nueva York una logia que se reclama heredera de los Illuminati. Sus influencias en el mundo político y económico serán enormes y quedarán inmortalizadas en los símbolos que aparecen en el billete del dólar.
Trabajando en el secreto y en la sombra, están infiltrados en el mundo de la publicidad, la prensa, la banca y los gobiernos, cumpliendo a marchas forzadas su misión globalizadora de establecer un Nuevo Orden Mundial.