La persona que se pueda apartar de las pasiones de la vida y se conceda la oportunidad de entrar y ser consciente de los caminos que se describen en este libro, podrá asentar sus polvorientos pies sobre las incomparables flores de la felicidad. Su mirada se alegrará con emoción al ver la belleza del camino y su mente se refrescará con el dulce perfume de esas flores. Descansado y repuesto, escapará de la fiebre y del delirio de la vida. Fortalecido y feliz, ya no tropezará ni se desmayará sobre el polvo, ni perecerá en el camino, sino que logrará llevar a cabo su viaje con gran éxito.