Cada persona tiene un modo de amar, y
es digno de admirar que en los tiempos que
corren alguien decida lanzarse sin red a
mostrar su vulnerabilidad a otra persona.
Nadie debería tener derecho a cuestionar
cuál es la mejor forma de hacerlo. No existe
un modo concreto de amar, hay tantas
maneras como personas en el mundo.