A veces, ciertas vivencias negativas o traumáticas pueden condicionarnos hasta el extremo de no vivir ni aprovechar el presente. Nos dominan emociones que no controlamos, provocadas por acontecimientos pasados o actuales que se nos escapan y ante los que nos sentimos angustiosamente impotentes. Si no somos capaces ni siquiera de dominarlas, ¿cómo podemos tomar las riendas de nuestra vida? ¡No te engañes! Solo alcanzarás tus metas si confías en ti.
¡No despreciemos la fuerza de nuestras emociones, porque cuando estas son libres, cuando nos pertenecen y no permitimos que nadie nos las robe ni las utilice para sus fines, se vuelven invencibles y se erigen en los grandes pilares en los que se asienta nuestra libertad.
No te servirá que te quieran si tú no te quieres; que te admiren si tú no te admiras; que piensen que eres inteligente cuando tú eres incapaz de utilizar tu inteligencia para lo más importante: aceptarte y valorarte como mereces. Recuerda que no eres rehén de nadie: búscate, encuéntrate y reconcíliate con lo más profundo de tu ser. No dejes que nadie limite tu autonomía ni ponga candados a tu verdad. Con casi cuarenta años de experiencia en psicología, María Jesús Álava, autora de libros de gran éxito como La inutilidad...