Son poco más de las ocho de la mañana, y cientos de chicas llenan las aceras del centro de la ciudad. Las hay muy elegantes, otras muy guapas, y casi todas se dirigen hacia las cuatro paredes de un despacho donde pasarán el resto del día entre papeles, chismorreos y sueños prendidos con un clip.
El mundo parece un juego recién estrenado donde no hay reglas claras, pero esas chicas, van a apostar por la carta más alta, y esta magnífica novela está dedicada a ellas, las primeras que tuvieron que decidir entre el matrimonio y la profesión, sin saber que muchas de sus dudas, sus alegrías y sus miedos siguen siendo los nuestros.