La Liga de la Justicia está muerta... o peor. Manhattan está destruida, y al parecer es todo culpa de Flash. Cada vez que el Velocista Escarlata entra en contacto con el arma de un misterioso atacante, se ve llevado más y más atrás en el tiempo. En el futuro, la Tierra es un páramo, aplastada bajo el talón de la temible diosa Soberana. Pero la Liga ha dejado un legado que puede salvar al mundo: sus hijos.