El sultán descubre la infidelidad de su esposa y ordena matarla. Enajenado por el odio hacia las mujeres, decide, entonces, desposar a las jóvenes vírgenes de la comarca y asesinarlas al día siguiente. El visir debe llevarle las muchachas y, cuando ya no encuentra más, su propia hija, la sabia Scheherezada, amante de las ciencias y los libros, le suplica que la case con el sultán. Por las noches, la joven refiere fantásticas historias a su esposo y mantiene el suspenso hasta la noche siguiente con la promesa de que lo que falta será aún más asombroso. Las mil y una noches llegó a Occidente a comienzos del siglo XVIII gracias a la traducción al francés publicada por el orientalista Antoine Galland. Desde entonces, la obra se ha convertido en un clásico de la literatura universal.