Tom, creo, se parece al muchacho que era Mark Twain. Sin embargo, Huck Finn es el muchacho que Mark Twain seguía siendo mientras escribía estas aventuras. Tom tiene la imaginación de un muchacho vivaracho que ha leído mucha literatura romántica. Huck no tiene imaginación, en el sentido en que la posee Tom; sin embargo, tiene visión. Ve el mundo real, y no lo juzga -lo pone en situación para que se juzgue por sí mismo.