Ser estratega no es lo opuesto a ser sincero, ni a ser honesto o decente. Ser estratega es lo opuesto a ser ingenuo. Las buenas intenciones también deben ser administradas con inteligencia.
La negociación es una herramienta consustancial al ser humano, en la política, en el trabajo y en las relaciones personales. Y saber negociar no consiste en ser una persona dura o avasalladora, ni en controlar emocionalmente una situación. Basta con emplear planteamientos estratégicos constructivos.
Este libro desvela la esencia común de todo tipo de negociación y establece unos principios universales y prácticos, que se ilustran con sucesos y situaciones reales extraídos de la historia, de la literatura y del mundo de la empresa.
Negociar con éxito no resulta una tarea difícil. Es cuestión de practicar aplicando las 12 leyes que invariablemente determinan toda negociación, y que parten del principio de que ser inteligente es mejor que ser agresivo.
Estas leyes constituyen una valiosa fuente de inspiración cuando Alfred Font expone de manera brillante los casos en que fueron aplicadas bien, o ilustra aquellos en que no las tuvieron en cuenta, y sus consecuencias.