En casi todas las etapas de la humanidad hubo estafadores de alto vuelo, cuyos delitos merecieron la primera plana de los diarios más importantes del mundo. Estos delincuentes financieros, "ladrones de cuello blanco" como se los conoce popularmente, se valen de planes y artimañas, de la complicidad de las altas esferas y de la ingenuidad de muchos para cometer sus delitos.
Suelen ser profesionales, de clase media o alta, diestramente vinculados al mundo de los negocios. Sus víctimas, en cambio, abarcan un amplio espectro social, desde particulares de todos los sectores hasta corporaciones o Estados nacionales. Emplean una multiplicidad de formas para delinquir: manipulación de informes financieros, corrupción y sobornos de funcionarios, tergiversación de información económica, falsificación de contratos, robo de documentos...
En este libro audaz y contundente, el autor relata historias puntuales que reflejan cómo el orden sociopolítico mundial de los últimos trescientos años, si bien mostró ser eficiente al mejorar la calidad de vida promedio de las personas, también facilitó acciones y procesos de transferencia de riqueza poco claros y, en otros casos, directamente "robos".
Grupos de privados se han valido de esas ventajas para apropiarse de dinero o ideas y construir fortunas vulnerando la ley. Ladrones recorre casos emblemáticos como el de Texas el más polémico debido a que están implicados dos estados soberanos narrando con crudeza los hechos y su vinculación con el contexto histórico, político y cultural en el que se inscriben.