La vaca Paca se sube a su hamaca y, a medida que se va balanceando, se le van durmiendo, de a poco, cada parte de su cuerpo. De los pies a la cabeza Paca se va durmiendo, y así los niños, al escuchar este cuento rimado, también logran relajarse y dormirse junto con Paca.
La autora recomienda leer el cuento cuando los chicos ya estén en sus camas, a la hora de dormir, y en lo posible, con tono pausado y luz tenue. Sugiere, también, repetir la frase "para adelante y para atrás" más despacio que el resto del texo, como si fuera un mantra.