Ulrich Beck, uno de los pensadores europeos más reconocidos, explica en su obra cumbre las grandes transformaciones que han sufrido nuestras sociedades en la, según él denominada, segunda modernidad.
Ya se han dicho muchas cosas acerca del terrible panorama que nos puede ofrecer una sociedad que se pone a sí misma en peligro a través del mercado de la comunicación. Tampoco podemos añadir nada a la desorientación que han provocado las últimas fases del industrialismo. Pero sí se puede dar un paso más allá y aprender a comprender todas estas inseguridades de nuestro tiempo, un paisaje conceptual que la crítica ideológica niega cínicamente y ante el que, sin embargo, sería peligroso ceder sin guardar las distancias.