En el año 870 a. C. todos los habitantes de Fenicia creen que el profeta Elías es el responsable de las desgracias y lo condenan a muerte. El pueblo lo obliga a escalar la Quinta Montaña, para pedirle perdón a los dioses, antes de ser sacrificado...
A los 30 años, creí tener la certeza de que estaba alcanzando la cima de mi carrera como ejecutivo. Pero un día recibí una inesperada noticia: me acababan de despedir, sin muchas explicaciones, justamente en el momento en el que me sentía más seguro y confiado. Pienso que no estoy solo en esta experiencia; lo inevitable alguna vez tocó la vida de todo ser humano.
Algunos se repusieron, otros cedieron, pero todos experimentamos el roce de las alas de la tragedia. ¿Por qué? Para responder esta pregunta, dejé que Elías me condujera por los días y las noches de Akbar.