En el Palacio Hinata, como todas las noches, nada perturba el sueño de sus habitantes. Sin embargo, detrás de una pequeña ventana, la luz tenue de una vela encendida ilumina la silueta de la princesa Asahi. Hasta que un día, al llegar la mañana, las huellas de sus frágiles pies se dibujan en el jardín... Se ven a lo lejos, cada vez más lejos, hasta perderse. ¡La princesa ha desaparecido! Bajo la luz del sol, se leen algunas palabras grabadas sobre una gran roca: «La princesa del Sol Naciente se ha ido muy lejos...»