Phoebe Miller no está segura del momento en el que apareció el viejo coche enfrente de su casa, ni de por qué su ocupante parece espiarla. ¿Qué interés puede tener en la vida de un ama de casa que ahoga sus penas en helado y vino y que prácticamente no sale a la calle? Cuando una familia se muda a la casa del
final de su calle, Phoebe encuentra un remedio para su soledad. Vicki, su nueva vecina, se convierte en su mejor amiga, y su hijo Jake, de dieciocho años, en un acompañante inesperado. Con ellos, se olvida de la mujer del coche frente a su casa, pero no debería?