Una novela con tintes de misterio sobre el poder del arte, firmada por una de las autoras jóvenes del momento.
Judith Salazar tiene diecisiete años y prestigio en las calles como la mejor rapera de Santa Ana, el barrio obrero, duro y asfixiante en el que siempre ha vivido con sus padres y su hermano Saulo.
Pero un día Judith se queda sin palabras y sin rimas: el día en que su hermano decide suicidarse.
Ahora solo le queda el hombro de Chaim y una enorme necesidad de entender los motivos que llevaron a su hermano a quitarse la vida.
Los grafiti, tatuajes y unas cartas del desaparecido serán las pistas; la amistad y amor con Chaim, su refugio, y la poesía, su razón por vivir. Pero ¿puede el arte salvar a una persona?