Parejas de enamorados, jinetes sin cabeza y aldeanos que duermen siestas de décadas confluyen en un díptico que parece al mismo tiempo realismo mágico y terror costumbrista. En estos dos relatos, Sleepy Hollow, o La leyenda del jinete sin cabeza, y Rip van Winkle, se encuentra la simiente del llamado Gótico Americano, que convirtió a Washington Irving en el primer escritor de una literatura genuinamente estadounidense, porque toda nación recién creada necesita nuevas leyendas, nuevos mitos, nuevos símbolos; en resumen, unas señas de identidad propias.