El Universo está gobernado por una ley, una ley muy importante. Sus manifestaciones son multiformes, pero consideradas desde un punto de vista fundamental no existe más que una ley. Conocemos algunas de sus manifestaciones, pero lo ignoramos todo acerca de otras.
No obstante, cada día aprendemos un poco más acerca de ellas, el velo se va descorriendo poco a poco. Hablamos de la Ley de la Gravitación Universal, pero ignoramos que también ésta es una maravillosa manifestación de la ley de la atracción.
Estamos familiarizados con esa manifestación de la Ley que atrae y mantiene unidos los átomos de los que se compone la materia; reconocemos el poder de la ley que atrae los cuerpos a la tierra, que mantiene los planetas en su sitio, pero cerramos los ojos a la potente ley que atrae hacia nosotros las cosas que deseamos o tememos, las que crean o arruinan nuestras vidas.
Cuando nos damos cuenta de que el Pensamiento es una fuerza -una manifestación de energía- que cuenta con el poder magnético de atracción, empezamos a comprender el por qué de muchas cosas que hasta entonces desconocíamos. No hay estudio que compense más al estudiante por el tiempo invertido que el estudio del funcionamiento de esta poderosa Ley del Mundo del Pensamiento: la Ley de la Atracción