La historia de Rusia se ha visto marcada como pocas por el empleo de mitos con fines políticos. Ningún otro país ha reinventado su propio relato con tanta frecuencia, en un esfuerzo perpetuo por adaptarse a los cambios de las ideologías dominantes, y esa tendencia es precisamente un aspecto vital de su cultura. Para comprender lo que depara el futuro del país -y lo que significa el régimen de Putin para Rusia y para el resto del mundo-, debemos desentrañar las ideas y los significados de esa historia. Desde sus inicios agrarios en el primer milenio hasta la era de Putin, pasando por los periodos de monarquía, totalitarismo y Perestroika, el brillante historiador Orlando Figes examina las claves que han marcado el destino del país, entre ellas la propensión a los regímenes autocráticos para gobernar tan vasto territorio; la veneración del "Santo Zar" y el culto al líder; la creencia en un espíritu colectivista esencialmente ruso, y su oscilación entre el carácter europeo y euroasiático. Todos estos ingredientes permiten entender la Rusia moderna. En un momento en el que el país se aleja de Europa, esta historia de su pasado, a cargo de toda una autoridad en la materia y maravillosamente narrada, bien podría dilucidar su futuro.