Seth Hubbard está muriéndose de cáncer y ha decidido acabar con su vida. Es un hombre rico que no confía en nadie, ni siquiera en su propia familia. Antes de ahorcarse, escribe a mano un nuevo testamento, aunque sabe muy bien que provocará una lucha encarnizada entre sus hijos y su criada negra, la heredera principal. Jake Brigance es el abogado que recibirá el escrito por correo y tendrá que defender la última voluntad de Hubbard.
¿Por qué decidió Seth dejar su gran fortuna a la criada? ¿Estaba en su sano juicio después de los largos tratamientos de quimioterapia y de la ingestión continua de fuertes analgésicos?
En La herencia, John Grisham nos transporta otra vez al mundo de Clanton, aquel pueblo sureño de su primera novela, Tiempo de matar. Han pasado tres años desde que Jake Brigance, el joven abogado blanco, se encargó de la defensa del padre de una niña negra violada que había hecho justicia por mano propia. De nuevo, los ricos y los pobres, los blancos y los negros, toman partido y dividen el pueblo.