Azemir vuelve a su provincia natal después de un largo aprendizaje en las montañas del norte. Espera reunirse con Helars, su amigo de la infancia, para alzar las copas y recordar viejos tiempos. Sin embargo, una niebla densa sobreviene repentinamente y le dificulta el viaje. Busca refugio en una posada, donde escucha que la fortaleza oscura está intentando extender su brazo por primera vez en muchos años. Sus peores sospechas se hacen realidad poco después, al dar con un hallazgo inesperado, que le revela una verdad peligrosa y lo obliga a luchar por su vida. El azar terminará por embarcarlo en una misión que nunca había imaginado, a través de lugares distantes, hacia un destino incierto.