Siguiendo los pasos de Los juegos del hambre de Suzane Collins y de El pasaje de Justin Cronin, Julianna Baggott nos introduce en una nueva trilogia post-apocaliptica. Pressia apenas se acuerda de las Detonaciones y menos todavía de como era la vida en el Antes.
En el armario donde duerme, entre los escombros de una antigua barbería piensa en como el mundo se transformo en ceniza, polvo, cicatrices, quemaduras y cuerpos dañados, fundidos con objetos extraños. Están aquellos que se escaparon de la Apocalipsis sin daño alguno, los Puros.
Viven a salvo, dentro de la Cupula que protege sus vidas, seres superiores y sanos. Pero Perdiz, cuyo padre es uno de las personas mas influyentes de la Cupula, se siente aislado y solo. Cuando por casualidad escucha unas palabras que le indican que su madre podría continuar viva, Perdiz lo arriesga todo, incluida su vida para salir a buscarla. Y ahí es cuando se topara con Pressia.