Durante la guerra de la Triple Alianza, en los confines de un país devastado, comenzaba a surgir entre sus sombrías entrañas un secreto.
Un pacto entre guaraníes y mestizos, con el fin de cuidarse unos a los otros bajo el poder de la luna y del sol, custodiados por los 7 hijos malditos de taú y Keraná.
Con el símbolo del Sy ti Jasy, surge La Colmena. Solo aquellos dignos de entrar y, con el suficiente poder, podrían ser parte de tan selecto grupo.
El rumor se esparció como una gota de tinta en el agua, y al mundo entero acogió. Sin distinción, de color, raza, género o religión, tomaron bajo su tutela a los mejores, y crecieron, como una nación oculta, apoyándose, haciéndose hueco, consiguiendo que sus apellidos sean influyentes en un mundo cada vez más dinámico, competitivo y plagado de enemigos.
Dejaron de reclutar y hoy, sólo se hereda el puesto por sangre o apellido adoptado.
La Colmena, se hacen llamar, porque son un equipo y cuidan a sus larvas, hasta que ellas puedan ser útiles para los demas.
En el internado ellos aprenden sobre la verdad, y los mandamientos de esta sociedad.
No es raro que exista este tipo de asociaciones en el mundo, lo raro es... que los miembros de la Colmena parecen ser eternos, parecen ser insensibles, parecen ser demasiado inteligentes como para hacer un mal negocio.
La pregunta que se hace todo aquel que escuche de ellos, sin lugar a dudas es: ¿Qué esto que realmente aprende un estudiante en la Colmena? ¿Cómo es la vida dentro del internado más elitista de Latinoamérica?