LA SIMPLEZA DE NAPOLEON HILL EN SUS COLUMNAS PERIODÍSTICAS Este libro reúne una serie de artículos inéditos del hombre que más influyó en líderes y emprendedores del mundo. La ciencia del éxito puede ser aprendida de la misma manera que se aprende física, matemática o química. “Ciencia” es la materialización de los hechos. Napoleon Hill investigó minuciosamente cómo el éxito se materializa y descubrió su fórmula. Todo éxito es resultado de un poder. Todo poder es resultado de un esfuerzo organizado. Todo esfuerzo organizado es resultado de un objetivo bien definido. Todo objetivo bien definido es resultado de un sueño. En más de cuarenta años como alumno, investigador e instructor educacional de la MasterMind de la Fundación Napoleon Hill, siempre me encanta cuando encuentro textos de diarios de la época de Hill, como las columnas que componen este libro. La ciencia del éxito trae artículos de Hill y también reportajes sobre él. Entre esos, el relato de un encuentro con el gran inventor Thomas Edison, una de las personalidades analizadas por Hill en su extensa investigación para llegar a la fórmula del éxito. Durante la conversación, Edison le dice a Hill: “Yo tenía que tener éxito porque agoté las cosas que no funcionaban”. En la memorable ocasión, el inventor le mostró a Hill los archivos donde guardaba los registros de los inventos fracasados y abortados, una pila que se elevaba bastante por encima de sus cabezas. Precursor de la teoría del desarrollo personal, Hill fue consejero de los presidentes norteamericanos Woodrow Wilson y Franklin Roosevelt. La ciencia del éxito exhibe gemas de la mina de conocimientos de ese pensador fenomenal, autor de la frase “No hay nada que temer más que al propio miedo”, que se tornó el lema del gobierno de Roosevelt. Jamil Albuquerque Consejero mundial de la Fundación Napoleon Hill y presidente de la MasterMind