Una historia llamada a suscitar profundas dudas sobre que significa la justicia en sus fortalezas... y sus debilidades.
En una abarrotada sala de un tribunal del estado de Mississippi el jurado pronuncia un veredicto totalmente inesperado: declara culpable a una empresa química por realizar vertidos tóxicos en el sistema de conducción de agua potable de la ciudad, lo que ha provocado la incidencia de cáncer más alta de la historia.
La empresa apela al Tribunal Supremo del estado, cuyos nueve jueces deberán confirmar o revocar el veredicto. Carl Trudeau, el propietario de la empresa, no confía en que emita un fallo favorable para el e investiga a cada juez. Aprovechando que hay una vacante en el Tribunal, decide presentar a su propio candidato, aunque le cueste unos cuantos millones de dólares. Para eso se pone en contacto con una empresa que le selecciona un abogado joven y maleable. Le financian, le promocionan y le moldean a su gusto para que llegue a convertirse en juez del Tribunal Supremo. Su juez del Tribunal Supremo.