Una novela conmovedora y cínica que recoge de manera irónica las experiencias de Hendrik Groen, un anciano de 83 años y un cuarto, en una residencia de la tercera edad.
Hendrik Groen puede ser viejo, pero no está muerto aún, y sabe que no debe perder el tiempo este año. Ciertamente, sus paseos diarios son cada vez más cortos, sus piernas empiezan a protestar. Últimamente frecuenta mucho a su médico de cabecera. Sí, Hendrik está hecho una piltrafa. Es un anciano, técnicamente hablando. Pero ¿quién dice que sólo puede vivir su vida escondido en una casa de retiro, tomando café y esperando a que llegue la muerte?
Esta novela, llena de anécdotas honestas, lleva al lector a vivir junto a Hendrik (el autor, el narrador, el personaje) un año lleno de altibajos, una montaña rusa de esperanzas y decepciones, en un asilo al norte de Amsterdam. Al llegar a la última página al lector le será difícil decir adiós a tan encantador y divertido ser humano.