Este nos presenta a grandes matemáticos, nos a las trampas y a las satisfacciones del pensamiento lógico, nos propone acertijos y juegos, nos revela enigmas que la humanidad no ha podido aún resolver... y también nos hace reír.
El autor nos demuestra por qué conviene tener algo de matemático en esta vida, y que aunque mucha gente tiene una historia de frustración con las matemáticas, es posible reconciliarse con ellas sin traumas ni sufrimientos.