Tuve la visión de un camino con huellas y escuché la palabra: "Sígueme".
A veces el camino era recto y liso. En otras ocasiones era duro, sinuoso y difícil. Otras veces, cuando había dificultades que superar; las huellas parecían borrarse por completo.
Aún oía las palabras: "Sígueme. No te preocupes si encuentras obstáculos, porque cada obstáculo superado fortalece tu fe y tu creencia en Mí, tu guía y compañero constante. Despiértate y vive, pon tu mirada en lo alto, lo superior, lo mejor.
Aguarda las más hermosas cosas que acontecen, no en el futuro sino ahora". Estos mensajes ofrecen a aquellos que los lean con receptividad un camino de significativas vivencias que resaltan la importancia de vivir.