En la última semana de julio de 1987, con motivo de conmemorarse el 15 de agosto el tetra sesquicentenario de la fundación de Asunción y al mismo tiempo, el cincuentenario de la creación de la Academia Paraguaya de la Historia, se celebraron la Jornadas de Historia, evento que congregó a ilustres historiadores nacionales y extranjeros con el propósito de extender nuevas perspectivas de análisis en torno a temas relevantes vinculados a la historiografia paraguaya.
El anfitrión de tan importante evento, en su carácter de presidente de la corporación, fue el doctor Manuel Peña Villamil, uno de los más prolíficos y prestigiosos historiadores de nuestro medio académico, nos dijeron cuando preguntamos quién era la persona que subía al estrado a pronunciar el discurso de apertura a dicho acto.
Su extraordinaria elocuencia nos conquistó de inmediato a todo auditorio, integrado en su mayor parte por docentes y alumnos de la carrera de Historia de ambas universidades capitalinas. Frente al desatio sin precedente en la historia de la humanidad debemos asumir con responsabilidad el estudio científico de la historia, expresaba el doctor Peña en una parte de su alocución. Frase inspiradora que lo caracterizó en toda su producción histórica y jurídica publicada, tanto en el Anuario de la Academia Paraguaya de la Historia, como en otros medios de interés cultural. Sus obras, escritas con rigor científico, no solo fueron destinadas para un sector ilustrado, sino también. para el público en general, en consonancia con las nuevas corrientes historiográficas emergidas después de la segunda mitad del siglo XX.
Mary lonte de lopez Moreira