Con la lectura de He Visto la Luz aprendí sobre las experiencias vividas en el umbral de la muerte más que en cualquier otro momento de mi vida, incluidos los diez años que he dedicado al estudio de esas vivencias del trance postrero y a las entrevistas mantenidas con niños y adultos que sobrevivieron a una muerte clínica.
He visto la no es sólo la historia de la muerte de Betty Eadie en el quirófano y de su vuelta a la vida; es realmente una peregrinación por el significado de esta vida. Recuerdo a un chico joven que, tras sobrevivir a un paro cardíaco, dijo a sus padres: "Tengo un secreto maravilloso que confesaros: he estado subiendo una escalera hacia el cielo". Aquel chico era demasiado joven para explicar lo que quería decir. Este libro contiene el mismo secreto maravilloso. No es un secreto sobre la vida tras la muerte, es un secreto acerca de la vida.