¿Qué hacer cuando un simple hashtag no basta para manifestar lo que sientes?
Eric es un muchacho que lo tiene todo: unos padres que lo consideran el mejor hijo del mundo, una mansión en Los Ángeles, una amiga incondicional y un compañero de curso tan misterioso como atractivo.
Chava, por el contrario, lo ha perdido todo menos las ganas de vivir. Lleva varios meses hospitalizado y desde una cama añora el ruido de las calles, su hogar y a una muchacha que tiene un tatuaje en forma de libélula.
Ellos jamás se hubieran conocido, pero la vida se encargó de juntarlos. ¿Qué podrían tener en común dos chicos tan diferentes? Muy poco, salvo que han decidido esconder sus verdaderos sentimientos para así sobrevivir.
¿Podrá Chava terminar de armar las piezas de su pasado y asumir el presente? ¿Será capaz Eric de confesar el terrible secreto que lo atormenta y que provocó el accidente de sus padres?.
Armados sólo por un teléfono e Instagram, tendrán que enfrentar sus propios demonios, sin filtros ni hashtags.