Los hombres más influyentes de la Argentina tuvieron que aprender el arte de la genuflexión. Hablen con Julio . se acostumbraron a escuchar de boca del presidente Kirchner tanto empresarios como sindicalistas, intendentes y funcionarios. Era la frase mágica, la contraseña para acceder a la concreción de sus aspiraciones. ¿Pero quién es Julio Miguel De Vido, demás del súper ministro y uno de los hombres más poderosos del país? Obediencia De Vido, bromea sobre sí mismo el arquitecto devenido brazo derecho de un gobierno que llegó a la Casa Rosada con ínfulas progresistas.
¿Y qué increíbles historias se tejen a su alrededor? Tantas y tan Insólitas que sólo el género de las peripecias podía albergarlas. Tantas y tan ocultas que sólo dos periodistas verdaderamente independientes se animaron a contarlas. De la peculiar colecta para la vuelta del Roña Castro a la aerolínea que no vuela y el tren bala sin rieles. De las grabaciones a funcionarios y empresarios al manejo de los subsidios millonarios y el caso de las valijas voladoras de Venezuela. De la trompada que De Vido recibió de un piquetero al cachetazo que Kirchner le propinó en plena reunión de gabinete provincial. A pesar de los ruegos.
Desalientos y hasta condolencias recibidas. estos audaces representantes de la nueva carnada de investigadores periodísticos se las ingeniaron para desentrañar el modus operandi del ministro y su particular entorno. ¿El resultado? Hablen con Julio . de Cabot y Olivera. una joyita de la picaresca nacional sobré la base de la pesquisa más rigurosa que se haya hecho de la administración Kircsüisr.