David Finkel, Premio Pulitzer y autor de Los buenos soldados, galardonado como uno de los mejores libros del año 2009, sigue ahondando en la historia de unos hombres a quienes conocía en 2007, en plena guerra de Irak. Unos hombres que han regresado a su país destrozados por las experiencias vividas y son incapaces de reemprender una existencia normal.
Forman parte de ese gran drama de los veteranos de Irak y Afganistán: cada 80 minutos se suicida en los Estados Unidos uno de estos veteranos, de modo que el número de los suicidas supera ya el de los caídos en combate en ambas guerras. Finkel se aproxima a ellos en un relato directo y descarnado, exento de valoraciones, que tiene la virtud de sacudirnos y conmovernos.