En muchos países sudamericanos se han sucedido en los últimos años movimientos proletarios e indígenas y cambios de gobierno que no repiten la fisiología del recambio interno de las elites dominantes o del golpe autoritario e imperialista, y que por el contrario establecen una relación abierta, productiva, con nuevas composiciones sociales y políticas de las clases subalternas.
Ello hace de este tiempo histórico un momento especialmente propicio para pensar la política sobre la base de nuevas configuraciones conceptuales. Como sostienen Negri y Cocco en este libro, vivimos un interregno histórico que se caracteriza por la crisis del poder soberano, un interregno como lo fue aquel que caracterizó el paso del Medioevo a la Modernidad, y que exige en tanto instancia de transición mantener abierta cada síntesis, conceptual o material, y desembarazarse de todo dogmatismo, aun cuando se presente como revolucionario.
En esta obra los autores se abocan al análisis de América latina en el período que va desde la segunda posguerra hasta nuestros días, tomando como referencia tres economías mayores: la de Brasil, México y la Argentina. No porque ellas constituyan realidades homogéneas ni se intenta borrar sus dinámicas particulares, sino porque parecen ser representativas de la condición latinoamericana. Se trata de una región que en el curso de todo el siglo XX no ha logrado disminuir la desigualdad, no obstante las altas tasas de crecimiento económico.