En la víspera de que Enrique Peña Nieto asumiera la Presidencia de la República, el departamento de sobornos de la trasnacional brasileña Odebrecht transfirió casi un millón de dólares a una cuenta ligada a uno de los hombres más cercanos al entonces mandatario electo. Y justo un día después de una cita entre Peña Nieto y Marcelo Odebrecht, presidente del emporio, se realizó una de las transferencias ilícitas.
¿Aquello fue una simple coincidencia o una acción concertada? Este libro muestra la sincronía casi perfecta entre los sobornos -en total, más de 16 millones de dólares desde 2009- y la entrega de contratos multimillonarios a Odebrecht en México.
Contra lo que muchos creen, el poder corruptor del consorcio brasileño no se restringió a Petróleos Mexicanos o al gobierno federal. Políticos de primer nivel de otros partidos también estuvieron en contacto con el brazo corruptor de esa trasnacional.