Giacomo Casanova (1725-1798) fue uno de esos seres excepcionales que expresan con su genio toda la voluptuosidad y todas las ambiciones del mundo. Su aventurera vida de seductor, agente secreto, estafador, viajero, mago y jugador ha cautivado a la humanidad desde antes del fin de su existencia hasta nuestros días.
Auténtico protagonista de la Ilustración, atravesó todos los géneros -desde la novela utópica, hasta la demostración geométrica de la duplicación del cubo, pasando por el diálogo filosófico y la crítica literaria o histórica-, desafió las prohibiciones y conoció la rebelión. También fue el abogado de las causas que sostuvo el siglo XVIII, contribuyó al desprecio por las convenciones y a la reivindicación de la libertad.
Lejos de caer en lugares comunes, Guy Chaussinand-Nogaret hace una magistral recreación histórica de la época en que Casanova brilló como un personaje tan complejo como su tiempo, oscilante entre lo racional y el oscurantismo, la religión y la brujería, lo material y lo espiritual.