"Aquella noche me di cuenta de que yo era un cazador de palabras. Para eso había nacido. Esa iba a ser mi manera de estar con los demás después de muerto y así no se iban a morir del todo las personas y las cosas que yo había querido."
Así se define Eduardo Galeano, y así eligen definirlo también las páginas de este libro. Cazar palabras como un modo de perpetuarse en los demás y también de retener en su vida las cosas y las personas más amadas.
Para Fabián Kovacic, periodista y autor de esta vigorosa semblanza de Eduardo Galeano, ha sido un medio y un fin. El fin es relatar la vida y la obra de una de las figuras más destacadas de la literatura latinoamericana, y a la vez es un medio porque su relato sirve para pintar otros paisajes: el del Uruguay de comienzos del siglo XX, que se despertaba por entonces al mundo en ebullición que había dejado la Segunda Guerra Mundial; los dramáticos cambios políticos y sociales en Latinoamérica a partir de la Revolución Cubana.
Así, junto con Galeano, crece también, evoluciona y se explica ante los ojos del lector la vida cultural, política y económica del "país de la serena calma y los recuerdos amables". En un constante intercambio entre fondo y foco, alternan aquí Galeano y la historia de América Latina, una dando forma siempre a la otra. Un juego de cajas chinas de donde emerge la figura de un hombre policía.