Mientras visitan el Museo Fragata Presidente Sarmiento con sus compañeros de escuela, dos chicos curiosos ase alejan del grupo. Cuando nadie los ve, se ponen a jugar don las ruedas del timón, desoyendo la advertencia del guía: "No anden tocando lo que ven, nunca se sabe qué puede pasar" nos ligeros toques de las ruedas a izquierda y derecha son suficientes para transportar a Delfina y a Facundo a una tormentosa aventura en alta mar.