Es verano en Sevilla. La inspectora Camino Vargas sigue de jefa de Homicidios. Paco Arenas, su mentor y amor secreto, está de baja y ella no tiene ganas de liderar a su equipo y menos aún de formar a la joven agente Evita Gallego. Cuando los cuerpos de un hombre desollado, de otro molido a palos y de otro inflado de comida hasta reventar aparecen abandonados en lugares emblemáticos de la ciudad, los indicios apuntan a un misterioso asesino en serie. Solo Gallego sabrá leer en los cadáveres el macabro mensaje y acompañar a Camino en una nueva bajada a los infiernos.