Cuando Sol abre los ojos en el hospital de la base militar de Rota, se encuentra cara a cara con el pirata que la persigue en sus sueños.
Pero, en realidad, el enigmático teniente Jay Farrell no es un pirata, sino un miembro del NCIS (Naval Criminal Investigative Service) muy interesado en hallar alguna pista sobre el asesinato del marinero Irons, debajo de cuyo cuerpo ha sido hallada ella.
Al parecer, Sol sufre una ligera amnesia, si bien, aunque por otros motivos, está tan interesada o más que él en averiguar cuáles han sido sus últimos movimientos. El teniente Farrell sospecha que ella se guarda algunos secretos y no está dispuesto a perderla de vista ni un instante.
Envueltos en un remolino de mentiras, sospechas y falsas identidades, lucharán, cada uno a su manera, por descubrir la verdad en una vorágine de atracción y rechazo. Y en ese proceso se darán de bruces con una pasión que estaba escrita en sus sueños.