La experiencia ha evidenciado que la gran inteligencia no es una herramienta suficiente para el éxito y, de hecho, muchos niños superdotados han tenido dificultades para encontrar su camino en la vida o, por el contrario, han sido unos mediocres escolares, como en el caso de Einstein.
En la actualidad, gracias a la inteligencia emocional, tenemos una explicación científica a esta paradoja, y sabemos que otros valores, que nacen del perfil emocional del individuo, son los que modelan las claves del triunfo personal y la satisfacción con uno mismo.
El correcto conocimiento de los demás.
Comprender sus sentimientos y emociones.
El optimismo.
La capacidad de expresión.
Todos estos factores son más importantes que la inteligencia analítica o el pensamiento lógico. En esta obra los autores nos muestran, en primer lugar, las claves neurobiológicas que determinan nuestras emociones, y nos describen la forma en que estas se combinan con la razón en el cerebro humano. Un libro que, de un modo riguroso y asequible, proporciona las claves para comprender el significado y las posibilidades de su «inteligencia emocional» y le permitirá poner en marcha todo el potencial que usted atesora en esta área, de sus capacidades.