Estamos en el final de la raza Aria, empezando a vivir el Apocalipsis de San Juan y millones de seres humanos están entrando al abismo. Esta pobre gente ingresa al abismo convencida de que van muy bien, creen que ya son de los escogidos y que sus creencias los han salvado.
Eso creen ellos y no hay como poderles probar lo contrario. Así se sumergen en el abismo donde, después de muchos millones de años se van desintegrando lentamente hasta convertirse en polvareda cósmica. Esa es la muerte segunda. Solo se salva quien se convierte en Ángel. El Ángel debe nacer dentro de nosotros mismos. Eso de nacer es un problema absolutamente sexual y el único camino es el del Matrimonio Perfecto.