El título de esta peculiar obra parece anticipar una declaración de principios. A caballo entre la cultura norteamericana y la china, la celebrada autora de La hija del curandero cuestiona la idea del destino, tan arraigada en su civilización de origen, dando paso a otras hermosas reflexiones en torno a los antepasados, a las supersticiones, a la relación con su madre...
De esta compilación de textos, que recoge las inquietudes habituales de su narrativa, se desprende que el destino, tan ligado a la historia y la herencia, puede contrarrestarse desde las fuerzas interiores y exteriores que cada uno llevamos dentro, dentro esos pequeños accidentes afortunados que a todos nos ocurren, desde nuestra capacidad de elección, desde nuestro deseo. Todo ello con el sentido del humor, la sensibilidad y la presencia de lo mágico, características de la prosa de Amy Tan.