Los nazis recorren el mundo en busca de cuatro reliquias que convertirán el Tercer Reich en un poder milenario. El eterno combate entre el Bien y el Mal.
Tíbet, enero de 1939. Una expedición de las SS se apodera de una esvástica tallada en un metal desconocido. Es una de las reliquias que simbolizan los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra. Según una antigua profecía, quien los posea se convertirá en el amo del mundo.España, enero de 1939. Tristán, aventurero y traficante de arte francés unido a la causa republicana participa junto con un grupo de soldados en el saqueo del monasterio de Montserrat.
Poco después del final de la guerra acabará en una celda franquista donde un poderoso oficial alemán, el responsable de la Anhenerbe, le propone un trato.Inglaterra, 1940. El comandante Malorley, agente del nuevo servicio secreto británico, organiza una operación para impedir que los nazis consigan las reliquias.
La lucha entre la «Estrella» y la «Esvástica», que determinará el resultado de la Segunda Guerra Mundial, se pone en marcha.