"El tiempo es dinero", time is money... ¿Cuántas veces escuchamos la frase como una verdad incuestionable?
¿Cuántas veces nos preocupamos por haber perdido tiempo (y, por ende, dinero)? ¿Cuántas veces nos encontramos pensando que tenemos tiempo?
Primera gran noticia que nos trae este libro luminoso: el tiempo no es nuestro, no es de nadie, no es un recurso que se pueda malgastar o ahorrar. Así que, calma: esa obsesión por el tiempo se puede desarmar perfectamente, y cualquier paso que demos en ese sentido hará de nuestro transcurrir una experiencia más real, sana y placentera.
Gonzalo Iparraguirre es antropólogo y su objeto de estudio es el tiempo, nada menos: ¿por qué nuestros hábitos diarios giran de modo tóxico en torno al hábito de vivir consumiendo, ahorrando, gastando o invirtiendo, como si nuestra salud fuera un recurso más a gestionar? Como dice el autor: "Cuando se afirma que descansar o esperar es un tiempo muerto, se lo asocia a momentos que dejan de tener sentido o productividad. Mientras tanto, respiramos, pensamos, metabolizamos. Nuestro cuerpo sigue vivo. ¿No les resulta contradictorio pretender bienestar mientras vivimos apremiados por el tiempo? ¿Será que nuestra idea del tiempo es parte del problema?".